Vivir en pareja sin estar casados es un comportamiento social que cada día se hace más común entre las parejas de nuestra sociedad. Es un hecho contrastado, el que muchas relaciones sentimentales no acaban dándose el “Acepto” y prefieren dejar el protocolo para irse de manera directa a vivir con su pareja sin firmar o realizar más contrato que el de la vivienda.

Este tipo de actos tiene sus ventajas y desventajas, como todo el la vida. A continuación vamos a desarrollar un listado de las mismas, a partir de las cuales cada uno pueda tomar su decisión con una base informativa mayor.

Desventajas

1. Prejuicios que sufren los hijos al tener padres no casados

El vivir en pareja antes de estar casados puedes que afecte a la salud emocional de tus hijos. está demostrado por varios estudios, que los adolescentes que se desarrollan en hogares con padres no casados suelen tener más problemas de tipo conductual y emocional que los hijos de padres casados antes de cohabitar.

Este hecho también afecta en sus calificaciones en la escuela, ya que la mayoría de hijos de padres que viven juntos sin estar casados suelen sacar notas más bajas que el resto de niños. Este tipo de problemas se acentúa en la etapa de la adolescencia, donde están más susceptibles de sufrir problemas emocionales y de conducta.

2. Si surgen muchos conflictos, tu pareja podrá llegar a no querer formalizar la relación en el futuro

La manera de convivir antes de estar casados puede llevar a tomar la decisión final de no querer casarse nunca y de terminar con la relación de manera definitiva.

Con el tiempo tu pareja puede habituarse a esta forma de vida y no querer establecer los lazos definitivos de manera irreversible, dado que esta forma de proceder hacer que las personas se habitúen a mantener la relación tal y como está, por el miedo al cambio o a que todo se desmorone en el caso de cambiar de opinión, pues también puede ser un asunto de debate y discusión que puede acabar con el fin de la relación de pareja.

Muchos dicen que el matrimonio solo sería “un papel”, ya que nada más cambiaría, ya viven juntos, ya conforman una familia (muy probablemente incluso con hijos). Entonces, ¿para qué?

3. No dejes que la costumbre se apodere de la relación

Pese a que convivir antes del matrimonio te puede llevar a conocer más a tu pareja, también puede llevar a la pérdida de la emoción que conlleva la sensación de estar recién casados.

Las emociones que vives al principio de la convivencia con tu pareja son muy difíciles de volver a vivir de nuevo en el caso de que decidas casarte, con lo que se pierde esa experiencia que viven otras parejas recién casadas. Para que esto no suceda hay que mantener la llama de la pasión encendida o cambiar de entorno tras el matrimonio.

4. Los problemas pueden surgir por el ámbito económico, por lo que cuida bien este aspecto

Si una de las dos partes no resulta solvente a nivel económico, por ejemplo si firmas el contrato de vivienda a tu nombre y tu pareja no dispone de dinero para cubrir su parte de los gastos, esto puede crear mucha tensión en la convivencia y la pareja. Este tema económico no queda muy claro sin la firma de un contrato matrimonial, por lo que puede ser objeto de discusiones y malentendidos en la pareja.

Recuerda que lo que antes pagabas para ti solo, ahora lo haces para dos personas, con lo que tu economía se va a ver resentida y esto puede llegar a frustrar y causar problemas con tu pareja.

5. La realidad puede ser diferente a lo que esperabas

Cuando convives con tu pareja se da el hecho de que la vas a conocer más profundamente que cuando tenías menos contacto con ella. Es por esto por lo que se puede dar el caso de que la relación no sea tan satisfactoria y descubras cosas que no te gustan en tu pareja. Puede resultar que en realidad estás con una mala persona, que no quiere progresar en la vida o que tiene malos hábitos de higiene y alimentación. Este hecho puede considerarse como una ventaja en el caso de convivir antes de casarse, ya que es un modo de prueba para no cometer errores antes de que sea demasiado tarde.

Ventajas de vivir en pareja sin estar casados

1. Compartir los gastos puede resultar en muchos ahorros, cuando se habla y llega a acuerdos con anticipación

Es importante hablar de las responsabilidades económicas al momento de vivir juntos y si ya lo han hecho, esto puede ayudarles a reducir gastos significativamente. Al contar con dos ingresos, en el caso de que los dos trabajen, puede mejorar su economía ya que los gastos se minimizan al pasar a pagar un alquiler en vez de dos, una cuenta de servicios básicos en vez de dos, etc.

Repito, lo importante es que se hable de estas cosas para que todo quede claro y se pueda realizar un buen manejo del dinero. Pues de nada sirve que uno crea que van a compartir las cuentas y el otro renuncie a su trabajo pensando que su pareja va a correr con todos los gastos.

2. Una oportunidad para conocer a la otra persona más a fondo

Recuerda que no conoces a fondo a una persona hasta que no convives con ella. Por lo tanto, el empezar una convivencia con tu pareja antes de pasar por el matrimonio puede hacer que la conozcas mejor y tengas claro si quieres pasar el resto de tu vida con esa persona o romper de manera definitiva la relación.

3. Te permite ajustarte a tu pareja y vice versa

Esto va de la mano con el punto anterior. Cuando se empiezan a conocer tienen la oportunidad de dar ese paso para aceptar a la otra persona como es, sin juzgar. Esta convivencia te puede servir para desarrollar hábitos y rutinas en la relación que no tenías antes y todo lo pasado anteriormente se convertirá en una especie de ensayo para la vida de casados. Lo puedes ver como un entrenamiento antes de dar el “Si, acepto”, y todo sale mejor si se entrena antes.

4. Poco a poco te haces a los hábitos de la otra persona

Cada persona tiene unos hábitos de convivencia adquiridos por medio de su educación desde la más temprana edad. Estos hábitos no los conoces hasta que no convives con dicha persona, luego si te vas con ella antes de casarte puedes saber cuales son sus costumbres en el hogar y hacerte a ese tipo de aspectos claves en la convivencia.

Aspectos como el orden, limpieza u horarios en el hogar. Tras una primera toma de contactos puedes ver que hacer para adaptarse a la otra parte y que no surjan demasiados dilemas motivados por los hábitos de convivencia.

5. Ganar la confianza de la otra persona y apostar por ella

Con esta manera de proceder estás demostrando a la otra parte de la pareja que lo que quieres es estar con ella. Es una decisión de avance en la pareja, que muestra confianza y da una oportunidad de llegar a algo más serio y estable que una relación de pareja común.

Es una declaración de amor en toda regla, y la otra persona siempre lo va a entender así. Nadie se va a vivir con otra persona si no tiene claro que quiere estar con ella.

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