Casarse es una de las decisiones más importantes en la vida de cualquier mujer.
¿Cómo saber si estamos preparadas para dar este paso? Y peor aún, ¿cómo sabemos si es la persona correcta? Sin duda no se pueda tomar a la ligera.
No hay una regla que nos pueda hacer saber si es el indicado o no. Sin embargo hay algo muy cierto: cuando empezamos a tener dudas debemos tomar en consideración ciertos aspectos de nuestra relación.
El pasado de la misma puede darnos una idea del futuro que nos espera.
SI NO PUEDES CONTESTAR LA MAYOR PARTE DE ESTAS PREGUNTAS DE FORMA POSITIVA, SERÍA BUENO QUE RECONSIDERARAS TU DECISIÓN.
1. ¿Sé quién soy?
2. ¿Mi pareja me hace ser mejor persona?
3. ¿Soy feliz dentro de esta relación?
4. ¿Lo amo con todo y sus errores?
5. ¿Estoy dispuesta a pasar las batallas que vengan por él?
6. ¿Estoy dispuesta a convivir con su familia el resto de mi vida?
7. ¿Sabemos resolver sus problemas como pareja?
8. ¿Él me procura?
9. ¿El compromiso en la relación siempre es mutuo?
10. ¿Somos un pareja equilibrada? Quiere decir que son capaces de ser felices cuando están juntos pero también saben que el tiempo a solas y con los amigos es esencial.
11. ¿Tiene metas parecidas a las mías?
12. ¿Ambos acordamos en tener hijos o no tenerlos?
13. ¿Somos capaces de vivir juntos?
14. ¿Realmente confío en mi pareja?
15. ¿Me siento atraída por mi pareja?
16. ¿Me voy a casar con una buena persona?
17. ¿Se ha quedado conmigo cuando hay problemas?
18. ¿Va a ser un buen padre?
19. ¿He vivido todo lo que tenía que vivir?
20. ¿Estoy dispuesta a ayudarlo a conseguir sus sueños?
21. ¿Sabemos resolver nuestras diferencias?
22. ¿Nos cuidamos el uno al otro con la paciencia, cuidado y respeto que requerimos?
23. ¿Me respeta?
24. ¿Me hace sentir especial?
25. ¿Me recuerda que me ama, muy a su manera?
26. ¿Me siento segura a su lado?
Las preguntas acechan a cualquiera con una decisión tan importante.
La base de cualquier matrimonio está en el amor y el respeto. Algo que siempre debemos tomar en consideración es que la vida en pareja se vuelve un tanto complicada.
Se puede salir adelante pero nunca debemos creer que nuestra pareja va a cambiar todos sus hábitos, en especial los malos, entrando al matrimonio.