No vuelvas con él pensando que todavía lo amas… aveces el amor se terminó y lo que tienes es dependencia emocional.
Aguas pasadas… decimos, pero después de una ruptura, puede volver a surgir un fuerte deseo de volver con esa persona con la que en su día compartimos todo. Pero cuidado, podrías sentir este deseo por muchos motivos que no incluyan necesariamente al amor.
Según los expertos, deberíamos reflexionar seriamente sobre la decisión de volver con nuestro ex, y hacernos muchos cuestionamientos antes de volver a intentarlo.
Pero ¿por qué se vuelve con una antigua relación? ¿Qué lleva a muchas personas a volver con su expareja?
Las razones
Esa maldita costumbre…
Terminar con alguien, no solo significa dejar de ver a esa persona, sino también que no se dé más la rutina que estaba establecida: los horarios, las salidas, las tareas compartidas, las comidas y todos los pequeños detalles que forman parte de una relación.
Esas cosas, grandes y pequeñas, con las que dificultan poner fin a una pareja y también explican, en muchísimas ocasiones, estos retornos con la expareja, ya que comenzar de cero es algo que resulta difícil y nos da miedo, la vida cambia mucho cuando dejamos de estar en pareja.
Zona de confort
Regresar a lo conocido es un reencuentro con nuestra zona de confort y por eso resulta tan atractivo para muchas personas.
¿Por qué deseamos volver a lo conocido? La respuesta es simple: porque siempre da un poco de temor lo nuevo y se prefiere, aunque sea inconscientemente, volver a lo que ya conocemos y nos resulta familiar y retornar a la rutina.
La persona con la que estuvimos nos da la seguridad de volver a lo que ya sabemos (a pesar que, curiosamente, muchas veces esas vueltas se dan con la promesa de un cambio) y por tanto, se prefiere a un “salto” a lo desconocido. Ya sabemos cómo reacciona cuando esa persona cuando está enojada, triste o alegre. Es una apuesta por la seguridad, no es en vano que dicen que el hombre es un animal de costumbres.
Duda y confusión
Otras razones por las que se vuelve a una antigua relación es porque, en un primer momento, el temor nos hace dudar si la decisión de terminar fue la adecuada, está el miedo de haber perdido al amor de nuestra vida.
Es normal entonces, que ese miedo se transforme y regresemos con la persona para confirmar si nuestra decision fue correcta, deseando llegar a dilusidar definitivamente los sentimientos por ella.
También es difícil renunciar a los planes que se habían hecho con respecto al futuro: el regreso puede ser entendido como un intento por recobrar ese proyecto de vida.
Lo que decimos
Cuando se le consulta a alguien que ha vuelto con su expareja, puede mencionar causas como “aún le amo”, “no puedo vivir sin él/ella”, “ nunca encontraré a alguien igual”, “era mi alma gemela”, “estoy triste”, “no me puedo imaginar la vida sin él/ella”.
En realidad, tras estas explicaciones se puede ver una necesidad de compañía y hasta una desesperación por no enfrentar la soledad. Una relación reiniciada por estos motivos, quizás no termine bien.
¿Cuándo volver?
Sin embargo, no todo es “NO”: hay casos en los que SÍ se podría pensar en un retorno.
Por ejemplo, si la ruptura fue por una decisión apresurada o en medio de una discusión, en la que no medió mucho razonamiento, puede valer la pena una segunda oportunidad, siempre que se aclaren exactamente los puntos a resolver. También las interrupciones que se dan por circunstancias puntuales (y a veces ajenas a la pareja) como un viaje por ejemplo y siempre que existan fuertes sentimientos, no deberían ser causa para un alejamiento definitivo.
También hay que evaluar si la relación tenía muchas cosas rescatables por las cuales luchar y las cuestiones en discusión son pocas en comparación. Por supuesto, es necesario tener una charla franca y sincera para dejar de lado los malentendidos y potenciar aquello que vale la pena.
Una relación se basa en la honestidad, el respeto, la confianza y la comunicación, si estos cuatro elementos están presentes, indudablemente vale la pena luchar por ella.
La presencia de uno o más hijos siempre es un aspecto fundamental a evaluar. Si la relación de pareja era positiva para los hijos, es un punto a favor de volver; en cambio, si era mala, definitivamente es un factor que inclinaría la balanza hacia una separación definitiva.
En todos los casos, se impone un análisis racional de la situación, así como un sincero análisis de los sentimientos.
¿Cómo volver?
Evitar el contacto un tiempo
Lo más prudente, es no verse y no hostigar al hombre o a la mujer con la que vivimos una historia de amor. Si se dan los encuentros, la persona que se ha quedado “enganchada” puede sufrir y no recuperarse nunca, Además, puede suceder que uno de los dos quiera quedar “como amigos”, tomate tu tiempo y ordena tus pensamientos y emociones.
Madurar lo que se ha vivido
¿Recuperar a la pareja para cometer los mismos errores? o, por el contrario, ¿recuperar al otro con los cambios que necesitaba esa relación? En esta nueva oportunidad tiene que conllevar nuevos comportamientos.
Haga un tanteo prudente
Se debe hacer un tanteo prudente para saber dónde se encuentra el otro, si está recuperado emocionalmente, si está con otra persona, no sea cuestión de ir a ciegas a abrir de nuestro corazón y viejas heridas. Es necesario evaluar las posibilidades ciertas de que sea factible regresar.
Si su ex ha rehecho su vida
Evita el enorme error de creer que todavía tienes derechos sobre él o ella. No puedes reclamar espacios que ahora corresponden a la nueva persona que ocupa su vida. Aunque se hayan compartido muchos años de relación, eso no da permiso a entrar en el territorio del otro.
Redefina bien la nueva relación. Si finalmente se regresa a la relación, hablen de todo lo que falló o faltó y establezcan unas nuevas bases. Uno no vuelve con su ex pareja a lo mismo, vuelve a formar cosas buenas y mejores.