¿Cuántas veces te has sentido desilusionado? De vez en cuando aparecen esos momentos en la vida en que por más que nos esforcemos, las cosas simplemente no se dan. Por supuesto que se siente horrible; teníamos toda nuestra fe en eso que no ocurrió, y luego del fracaso cuestionamos cada detalle y hasta podemos afectar la seguridad en nosotros mismos.
En esta ocasión quiero aprovechar este espacio para hablarte de por qué no debes permitir que una desilusión arruine tu vida. La realidad es que esos tragos amargos te hacen valorar las maravillas que aparecen después, y sólo es cuestión de paciencia, persistencia y de ordenar tus ideas. Permíteme explicártelo.
Los seres perfectos no existen, por lo tanto todos estamos sujetos a equivocarnos de vez en cuando. Los tropiezos son útiles para esos momentos en que nos aferramos a algo y no escuchamos la opinión de nuestros seres queridos, así que la única manera de entender que estamos mal es con un fracaso.
No tiene nada de malo caer, el problema es cuando no queremos levantarnos. ¿Realmente hay algo que nos impida hacerlo? Seguro aparece en tu mente esa vocecita que dice: “no lo intentes, no vas a poder”, es el miedo hablando para que no vuelvas a decepcionarte. Pero también existe un rayo de esperanza y es la oportunidad de lograr un resultado completamente opuesto, de tener éxito.
Para animarte a volver a empezar, a retomar las riendas de tu vida y a hacer lo necesario para cumplir tus sueños, te propongo lo siguiente:
1.- Autoestima y seguridad
Nadie mejor que tú conoce todo aquello que puedes hacer y aquello que te cuesta trabajo. Si una experiencia no resultó como esperabas, no te sientas mal pues sólo es un momento que pasará y que te hará aprender algo. Al levantarte de ese tropiezo habrás aprendido algo nuevo y eso te dará más seguridad para experiencias futuras. No olvides la gran persona que eres y las habilidades que te hacen único, todo lo que te propongas lo puedes lograr si te niegas a darte por vencido.
2.- Equipo de apoyo
Una parte importante de la confianza que podemos tener en nosotros mismos se basa en las palabras de aliento y el apoyo que recibimos de nuestros seres queridos. Recuerda que no estás solo, que hay muchas personas que quieren verte feliz y triunfando en todo lo que te propongas. Ellas creen que es posible, ¿por qué tú no? Escucha sus consejos, toma lo mejor de ellos y construye con esas palabras un escudo que te ayudará a protegerte del fracaso.
3.- Alternativas
Muy bien, fallaste. ¿Qué fue lo que salió mal? No pierdas tiempo pensando en por qué te ocurrió a ti, enfócate en el para qué. Analiza paso por paso qué te llevó a ese resultado y empezarás a ver oportunidades que fueron ignoradas, esto te ayudará a trazar un plan con soluciones, de manera que al volver a intentar eso que querías hacer, tendrás éxito.
4.- Logros anteriores
Quizá en esta ocasión has fallado, pero ¿qué hay de experiencias anteriores? Seguramente ya viviste algo que creíste que no superarías y hoy es sólo un recuerdo lejano; la situación actual no tiene por qué ser diferente. Desde tus primeros años hasta hoy has logrado un sinfín de cosas en la escuela, en el trabajo, con tus amigos, tu familia; esto que estás viviendo es sólo un nuevo reto que te llevará a cosas mejores, no tengas miedo.
5.- Aprende a decir no
He conocido a muchas personas que limitan sus sueños por ayudar a otros a cumplir los suyos; hacen de esto un hábito en el que olvidan su misión principal. Mi recomendación es que evalúes todo aquello que te esté alejando de tus metas, y que puedas diferenciar entre lo que es una pausa y lo que te frena indefinidamente. Recuerda que nadie vendrá a hacer las cosas que necesitas, eso sólo depende de ti y por lo tanto, tus sueños son tu prioridad. Una vez realizados estarás en condiciones de apoyar a otros.
6.- Deja de compararte con los demás y de intentar complacerlos
Como mencioné anteriormente, querer complacer a quienes te rodean hará que abras la puerta a frases de desánimo. Nunca falta quien te dice que no puedes lograr lo que deseas, que dejes de perder el tiempo o que no tiene caso. Esas frases pueden quedarse en tu mente y tú mismo terminas saboteando tus acciones. Enfócate en ti y en la mejor manera para lograr todo lo que te propongas, deja que tus resultados hablen por sí solos.
7.- Persistencia
¡No te des por vencido! La grandeza de una persona no está en las veces que triunfa sino en aquellas en las que no se da por vencida, y tú tienes todas las oportunidades para hacer tus sueños realidad. Cuando algo no resulte sé paciente, tómate un tiempo, ordena tus ideas y vuelve a la lucha; verás que el camino se vuelve más sencillo y el resultado valdrá la pena. Si haces todo igual y no hay buenos resultados, el problema es claro: necesitas hacer algo diferente. No tengas miedo de asumir nuevos retos, la experiencia y el resultado harán que todo valga la pena.
No olvides que tienes todo para triunfar y que los sueños se cumplen cuando ponemos todo para lograrlos, sin importar que algunas cosas puedan salirse de control. Siempre podemos volver al camino correcto y, finalmente, cumplir esas metas para fijar otras mejores.