Para la reflexión:

No te importaron las veces en las que ella te defendió de muchas personas, no te importo cuando ella se alejaba de tanta gente con tal de quedar bien contigo. No te importo cuando te amaba incondicionalmente, no te importo cuando ella luchaba por ti, no te importaron sus lágrimas, no te importo cuando ella te suplico mil veces llorando que no la dejaras, no te importo nada. ¿Sabes por qué? Porque pensaste que siempre la ibas a tener, porque no pensaste en lo que pasaría después, porque la creíste muy ingenua. ¿Y que paso cuando te empezó a mostrar desinterés? Corriste a su lado, pero lamento decirte que lo hiciste muy tarde… Porque olvidaste que todos tenemos un límite, y que cuando alguien demuestra que no le importas, el interés se va perdiendo, y campeón… Lamento decirte que tú ya…

Comparte tu opinión…

También le puede gustar...

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *