Sólo necesito en mi vida, vivir tranquila/o, y una vida sin mentiras. Con el tiempo he aprendido que los problemas son sólo míos. Y que si necesito un hombro para llorar, tengo dos. Me tengo a mi misma/o. Amo, rio, me apasiono, me equivoco y lloro. Lucho por ser mejor, y no volveré a rendirme jamás. Sonrió, pese a todo lo que he sufrido. Doy mi confianza a quién se lo gana, mis respetos a quién merece, y mi amor a quién sepa amar. Ya no estoy para aguantar a indeseado/as. Me caigo y me levanto, no le temo a nada. Soy lo que la vida me enseñó, me han criticado sin motivos, y me han lastimado sin explicaciones. Pero las heridas sanan, y aprendí a vivir con cicatrices, porque gracias a cada cosa vivida, hoy, soy lo que soy. Hasta aquí he llegado, ni mil ejércitos de ego, ni todas las trampas de la ilusión, podrán detenerme, en busca de mi propia verdad. Mi mejor edad es la que estoy viviendo ahora, NI UN SEGUNDO MÁS, NI UN SEGUNDO MENOS.