La sexualidad de una mujer pasa por muchos cambios a medida que va cumpliendo años. Algunos notorios en tanto que otros son más sutiles.
La sexualidad y la capacidad de sentir placer están presentes a lo largo de toda la vida, pero van cambiando, dependiendo de aspectos físicos y psicológicos. Lo realmente importante es conocer, entender y adaptarse a los cambios para poder seguir disfrutando plenamente del placer sexual.
La mujer atraviesa por varias etapas que pueden variar según las experiencias de cada una, esta es una breve descripción de los cambios que una mujer experimenta a medida que pasan los años.
La pubertad
Con la primera menstruación, que marca, de alguna manera, el fin de la niñez, comienza una etapa de maduración física y psíquica que es diferente en cada caso y que es una transición hacia la juventud y la madurez.
En la pubertad, el cuerpo de la mujer atraviesa radicales transformaciones. Comienza un período de adaptación que dura varios años y en la adolescencia, las hormonas se disparan y el deseo sexual aumenta.
En esta etapa, es fundamental la información para que la mujer sepa cómo enfrentar lo que le está sucediendo. La sensación de no ser niña pero tampoco adulta, puede provocar una sensación de inestabilidad y grandes dudas, la contención y comprensión familiar son importantísimas para atravesar esta etapa.
Relacionado con lo anterior, el acceso al sexo fácil en estos años entraña diversos riesgos y peligros. La inexperiencia, el miedo y los tabúes suelen hacer que muchos encuentros sexuales no sean como se esperaba y provoquen decepción y frustración; incluso, en algunos casos dejan profundas huellas que se mantienen en el tiempo.
Los 20
En esta etapa, el cuerpo de la mujer ya no se ve tan afectado por los cambios hormonales. La vida social y sentimental empieza a cambiar, porque también se modifica el entorno, al llegar a nuevas etapas de estudio o laborales.
Hablando en general, puede decirse que hay dos tipos de chicas en sus 20 años: las que mantienen una relación de noviazgo seria y las que prefieren vivir esa edad sin compromisos tan serios. Normalmente, es la etapa en que más experiencias sexuales se tienen, la mujer adquiere más experiencia y menos temor, aunque todavía pueden acosarla muchos tabúes que le impidan concretar el deseo de descubrir el propio cuerpo y por qué no, los sentimientos. Es la edad ideal para experimentar, encontrar qué gusta y qué no, conocer qué factores son incómodos y cuáles te hacen sentir un placer indescriptible.
Los 30
El deseo sexual sigue estando muy presente, pero cambia y se enfoca más en una sola persona. En esta etapa, la mujer ha madurado lo suficiente para establecer una relación más seria y formal y las dudas sobre la sexualidad han sido allanadas, ha descubierto lo que le gusta y valora y busca una mayor estabilidad en su vida sexual y de pareja.
Los 40
Indudablemente, en los últimos años se ha visto un gran cambio sobre esta etapa de la vida. Se suele decir que “los 40 son los nuevos 20” y tiene algo de cierto, ya que el sexo se disfruta mucho mejor que cuando se era más joven. El tiempo de pareja se vuelve más satisfactorio y enriquecedor. Sin embargo las responsabilidades en la casa y en el trabajo, la atención de la pareja y de los hijos, etc., pueden ocasionar un grave problema: la imposibilidad de encontrar un tiempo propio.
Los 50
Esta es una de las etapas que también ha cambiado en los últimos tiempos. El cuerpo pierde progresivamente la flexibilidad y la energía, aunque la posibilidad de practicar novedosas y divertidas formas de ejercicios físicos mejora notablemente este aspecto. También ha cambiado progresivamente el aspecto social: las personas de 50 años están muy relacionadas con los demás y la llegada de las nuevas tecnologías les permite conectarse normalmente con el entorno e incluso, de retomar antiguas relaciones. El sexo no se compara con la actividad de los 20 años, pero la gran mayoría de las personas y las parejas conservan su deseo sexual y lo satisfacen llevando sus encuentros a un plano más romántico y placentero. Calidad y buenos momentos se imponen en esta etapa.
Los 60
Ya no es un tabú hablar de personas mayores que tienen una vida sexual activa. Palabras, juegos y caricias se imponen en el sexo de esta etapa. Aunque para los jóvenes puede sonar aburrido, en esa etapa es algo excitante y muy romántico. Aunque llegar a los orgasmos puede hacerse más difícil, eso no quiere decir que no se pueda mantener una intimidad más que satisfactoria.
La maternidad
La llegada de los hijos es un hecho fundamental en la vida de una mujer, en todos los aspectos. Las prioridades cambian, así como el cuerpo , que atraviesa el duro estrés del embarazo. La lactancia, si bien es positiva para el bebé y la mamá, impone para esta un estricto régimen de cuidado en la alimentación y en el estilo de vida.
Es habitual que la vida sexual se descuide en los primeros años de la maternidad, existiendo menor energía e intimidad en la pareja. El deseo sexual baja y el estrés, la ansiedad del trabajo y la vida diaria pueden afectar negativamente al deseo sexual.
Todas las etapas sexuales son fundamentales, la mujeres mayores no habría podido lograr esta liberación sexual si antes no hubiera atravesado por los años 20 y 30. ¡Tanto la vitalidad como la experiencia son necesarias para finalmente lograr plenitud sexual!