Existen grandes diferencias entre un niño travieso y un niño malcriado. El primero necesita amor, paciencia, muchas palabras de aliento, más paciencia, tiempo, calidad, límites, más tiempo y paciencia. El segundo ocupa de lo mismo pero en mayor medida.

La gran diferencia entre uno y otro, es que el niño malcriado está herido, necesitará ayuda personaliza de algún especialista; las actitudes entre uno y otro son diferentes, tú mejor que nadie podrás determinar en qué situación está tu hijo. Pero hoy hablaremos del niño travieso.

Ahora bien, los modelos de conducta de la sociedad aplicados para los niños no sirven, el pensar que un niño se deba comportar como tu abuelito, es la peor tontería que puedes pensar, NO ESPERES ESO, ese será tu peor enemigo. También tienes que enfocarte en algo muy importante, tienes que darle gracias a Dios que tu hijo vive, habla, corre, grita, piensa, razona, esa será la base de tu paciencia, el agradecimiento a Dios, busca su palabra, apóyate en el amor a Dios, dale gracias por la dicha tan maravillosa que tienes.

PERO AQUÍ HAY MUCHOS PEROS, sin duda un hijo entre 5 y 12 años es posiblemente el mayor negociador y manipulador al que nos enfrentemos en nuestras vidas; los niños tienen grandes cualidades para vencernos; conocen todas nuestras debilidades, saben que palabras nos afectan, no tienen miedo cuestionarnos, no aceptan un no como respuesta, saben en que ocasiones estamos vulnerables, recuerdan cada promesa no cumplida y la usan en el momento justo; saben que los amas y que aunque puedes maldecir y gritar siempre cedes y hasta pides perdón. Piensas que es un niño indefenso e ignorante, pero no, es sin duda alguien que sabe que puede influir en tu estado de ánimo, él sabe que tiene influencia en tus emociones.

Un niño gana cada vez que tú terminas peleando con él, tú entras en su juego, los pleitos son entre 2 y tú eres la invitada; él siempre después de cada pleito, grito, golpe, insulto, será el ganador. Sí, recibirá atención, disculpas eso ya es ganar, incluso si él se disculpa también gana, los hijos nunca pierden.

Pero lo más triste es que se llenará de pequeños
resentimientos, miedos, rencores, que formarán a un ser duro y fuerte, sí, pero alejado de ti. Sí, un día llegará a tu casa de adulto, y cuando mucho recibirás un pequeño beso. Cada pleito que participes le darás argumentos para que te juzgue y te cuestione, podrás decir misa, que fue por su bien, pero no. Simplemente no pudiste soportar un niño, tu inteligencia emocional no fue la adecuada.

Es cierto, tu trabajo, el quehacer, la rutina, problemas con tu pareja, económicos, etc. Afectan a diario, pero que culpa tiene tu hijo. Estudiaste matemáticas, sabes sumar, entonces aprende a controlar tus emociones y no culpar a la alegría de un niño.

Necesitas aprender a negociar y controlar la situación. ¿es fácil? no, en absoluto, pero será más fácil que vivir el resto de tu vida con un hijo que sólo te visita uno que otro sábado y que se volvió un extraño que ríe más con su suegra o suegro que contigo. Un hijo que habla con todos, sonríe con todos pero casi nunca contigo, un hijo que incluso está educando a sus hijos igual que tú y por más que le digas que no los regañe o trate así, él pensará que lo que tú hiciste le hizo bien, aunque tú dentro de ti, quisieras tener la oportunidad de darle más besos y menos regaños.

Y sí, es difícil cambiar, decidirlo, porque el primer paso es cambiar tú mismo, aprender a controlar tus emociones, aprender a hablar de la única manera que puedes dar consejos que es con el ejemplo. ¿Cuánto tiempo lleva? mucho, pero el primer cambio se nota y da frutos muy rápido.

Por ejemplo si vas al cine con tu hijo, sabes que es muy probable se convierta en un próximo pleito, algo que debería ser súper divertido y que nadie debería estar enojado. Primero te preguntará sobre que película elegir, cambiará de decisión varias veces, no podrá decidir entre palomitas o nachos, te preguntará de qué se trata la película, antes de que empiece, durante la película y al final de la película; puede ser que al final de la película te diga que no le gustó que mejor quiere una nieve, que ni siquiera quería ir al cine. Es poco probable que aun niño lo llenes, sus necesidades son infinitas, simple y sencillamente porque es un humano.

Ahora bien, ¿Cómo negociar con él?, es fácil, los niños odian lo que tú también odias, “las preguntas” y “los cuestionamientos”; así que si él te dice ¿Qué película vemos? no contestes “la que tú quieras”, mejor contesta “¿Cuál te gusta más? si dice “no sé tú dime”, no contestes “ándale escoge”, mejor contesta ¿Cuál crees que vas a disfrutar más? y él contesta “Creo que la de acción, pero no estoy seguro, tú dime.” y tú respondes ” ¿ Si vinieras con tu mejor amigo cuál te gustaría ver con él?… Así a base de preguntas, debes llevarlo a que aprenda decidir y a pensar y sobre todo deje de controlarte y responsabilizarte de todo.

Es claro que la preguntas muchas veces lo van a molestar, pero terminarán convenciéndolo a la larga que a ti no podrá influenciarte. Las preguntas las puedes usar para: cuando te grita, no obedece, deja tirada la ropa, no hizo la tarea, se peleo con alguien, o en cualquier situación.

Claro aprende a escuchar con tus 5 sentidos y principalmente con tu corazón, aprovecha esa etapa, será la última donde pida y ocupe tu ayuda, en poco tiempo será adolescente y desearás que te platique aunque sea un minuto de su vida, aprovecha los 60 minutos que un niño de 8 años puede hablarte con todas las ganas del mundo, porque no volverán.

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