Los tenía todo el día en brazos, pegados a mi, besándolos, mirándolos , alimentándolos, los minutos duraban una eternidad, los días parecían durar para siempre.

El tiempo no pasaba volando, se detenía cuando los tenía en mis brazos… El tiempo no pasa volando pensaba, esto dura para siempre, sentía.
Me equivoqué.

Me quedé dormida una noche y cuando desperté el tiempo había pasado , ya corrían por todos lados, ya no querían tantos brazos, ya no querían tanto pecho.

Me volví a despertar y ya se iban al colegio, ya sabían nadar, ya jugaban entre ellos. En un abrir y cerrar de ojos se hacen grandes, bellos, fuertes, valientes y nobles.

Chicos criados en brazos con amor, seguros, felices, e independientes, pero grandes.

Disfruta ahora, que el tiempo si pasa volando, créeme.

Cárgalos mucho que luego crecen, antes de lo que crees. Mételos en tu cama, que luego dormirán en la suya por el resto de su vida, bésalos mucho, bésalos siempre.

El mayor acto de amor del apego es irónicamente al pasar los años, el desapego en sí.

Dejarlos volar, dejarlos crecer, dejarlos ser.

Confía en el poder de esos dos brazos a los costados de tu corazón dándoles todo ese amor y no dejes de hacerlo nunca.
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Autor Desconocido

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