El tiempo nos aplasta a todos sin piedad, va consumiendo nuestras vidas, nuestros sueños y en muchas ocasiones nuestro amor, quiero pensar que se trata del tiempo, de ese villano iracundo que me lo quiere quitar todo, quiero culpar al tiempo porque tengo miedo de aceptar que has sido tu quien lo hizo de manera consiente, déjame creer que el tiempo es el maldito y no tú, porque ya no encuentro razones en mi mente para permanecer a tu lado, ¿sabes?, quiero aferrarme a ti hasta el último momento, pero ya no puedo encontrar nada que lo justifique, de ti solo recibo aquello de lo que siempre escape, mis peores pesadillas han encarnado en ti.
Muchas veces me ha llegado a la mente la idea de que podría ser yo la culpable de tus excesos conmigo, que quizás en algún momento hice algo tan malo, tan horrible como para hacerte cambiar así, he escudriñado hasta el último momento en el que podría haber actuado mal como para justificar ese cambio que has tenido conmigo, pero no encuentro nada, nada que sea lo suficientemente fuerte como para haberte cambiado de esa manera, ¡créeme, me estoy esforzando por retenerme a ti!, y hasta en este último esfuerzo que por ende sé que es en vano, me encuentro sola luchando por algo que parece que solo me ha importado a mí.
Ambos sabemos que es lo que va a pasar, ambos sabemos que esto había terminado ya con antelación, que hemos seguido el espejismo de lo que en algún momento existió, pero que por alguna causa se marchito sin siquiera poder notarlo, he abandonado la esperanza de revivir aquello que alguna vez tuvimos, y lo he hecho porque algo se puede salvar mientras aun siga vivo, pero lo nuestro ha permanecido muerte desde hace mucho, y nosotros fuimos quienes lo ocultamos el cadáver de nuestro amor, pretendiendo que seguía vivo, entramos en un modo de negación, como aquellos que no se resignan a perder a un ser querido, así lo hicimos tu y yo.
La historia nuestra esta postrada fría tres metros bajo tierra, y es el momento de que por fin lo aceptemos, esos comportamientos tuyos a los que llamas “detalles” carecen de toda intención de alagarme, por el contrario, son ofensivos, me duelen y me hacen sentir de lo peor, es por es que a causa de esos “detalles” me estoy enamorando nuevamente pero de alguien más, adiós viejo compañero, es tiempo de asistir al funeral de lo que fuimos tu y yo.