Por años los expertos han recomendado dormir aproximadamente 8 horas al día, sin embargo todos conocemos a una persona – o varias – cuyos hábitos de sueño distan mucho del ideal. Y en general estas personas dicen que no les afecta dormir poco, pero puede ser que estén mintiendo.
Un nuevo estudio, de la Universidad de Utah, estudio los patrones de sueño de 839 personas, dividiéndolos en dos grupos: aquellos que dormían seis horas o menos por noche y aquellos que dormían más.
Después dividieron a los que duermen poco en dos grupos más: aquellos que se sentían bien durante el día y aquellos que reportaron sentirse somnolientos.
Al colocarlos en un escáner de resonancia magnética los dos grupos mostraron señales de sueño en sus patrones cerebrales mientras fueron escaneados. Pareciera ser que estaban tomando una pequeña siesta.
Los investigadores notan que ésta hipótesis muestra que las personas que duermen poco podrían estar en riesgo, ya que tareas mundanas como manejar un coche podría poner a un persona que ha dormido poco en modo de siesta sin que ésta se de cuenta.
Aunque sigue siendo posible que las personas que duermen poco tengan cerebros extra eficientes y sean capaces de hacer el trabajo de guardar memorias a largo plazo y limpiar los compuestos cerebrales mientras están despiertos; y además tengan una conectividad mejorada entre la percepción sensorial externa y las funciones de almacenamiento de memoria del hipocampo. Pero si este es el caso, entonces la razón de por qué necesitamos dormir permanece un misterio.
Ahora, el grupo de científicos planea realizar más estudios para ver como aquellos que aseguran ‘estar bien’ con poco sueño en realidad se sienten y como están funcionando sus cerebros.
Los resultados fueron publicados en el diario Brain and Behavior.
