Trabajo estable. Cuando un hombre crece y madura entiende la importancia de tener y cuidar un trabajo estable. Ya no anda de empresa en empresa porque sabe que es importante tener seguridad laboral.
Madurez emocional. Un hombre maduro ama de forma inteligente, controla sus sentimientos y no lastima. Ya no se anda con juegos, si quiere algo va por eso, si ya no siente lo mismo lo dirá sin rodeos. Así como no pierde el tiempo, no hace que la otra persona lo haga. No miente solo para llevarse a alguien a la cama ni usa caretas.
Sabe lo que quiere. Tiene metas y objetivos claros en todos los aspectos de su vida y está dispuesto a incluir a su pareja en ellos. No tiene miedo y lucha por conseguir lo que desea. Tiene metas a corto y largo plazo y tiene una visión clara de su futuro.
Tiene cosas que contarte. Ha tenido que pasar muchas cosas, decepciones amorosas, viajes, errores, aciertos, anécdotas y cada experiencia lo ha hecho ser la persona que es ahora. Cada cicatriz, arruga o cana lo hacen interesante porque está lleno de historias.
Seguridad. La seguridad que él te dará te hará no pensar en dejarlo nunca; simplemente desde algo tan sencillo como saber que cumplirá su palabra para una cita, hasta sentimentalmente como cuando te declare su amor.
Aprendes de él. Ha vivido muchas cosas y es por eso que tiene experiencia en diferentes temas y aspectos de la vida. Cuando tienes un problema es el mejor para aconsejarte lo que puedes hacer, tanto en el trabajo, como con tus amigos o familia.
